martes, 28 de febrero de 2012

LA DEVOCIÓN DEL SOSPECHOSO X. Keigo Higashino


La devoción del sospechoso X  es una novela policiaca, y como todas las de este género, fácil de leer pero difícil de comentar más allá de una breve sinopsis si no se quieren desvelar a priori elementos importantes  de la trama narrativa. Cualquier desliz en este sentido  puede arruinar el disfrute de la obra a futuros lectores y eso sería imperdonable.
Hace tiempo que el mundo anglosajón ha dejado de tener el monopolio de las buenas narraciones detectivescas, bien al estilo analítico de la escuela inglesa o al de la novela de serie negra norteamericana.  Autores como el sueco Stieg Larsson y su trilogía “Millennium” han demostrado lo que digo. Y, en mi opinión, el japonés Keigo  Higashino, con esta novela, bien pudiera  incluirse en el grupo de  maestros de este  género narrativo.  El relato se localiza en  el  Tokio actual  y esto le aporta un cierto toque exótico  porque  si bien es cierto que  Japón  asumió hace mucho la forma de vida occidental, la cultura nipona aún conserva rasgos diferenciales en cuanto a formas de comportamiento y actitudes morales  que la diferencian claramente de  la nuestra.  Si hemos de  encuadrar  la narración  en uno de los dos estilos tradicionales  diremos que predomina  en la misma el análisis deductivo propio de la novela inglesa. Para empezar ya desde el principio conocemos el crimen y a su autor que por tanto dejan de sustentar la intriga. La señora Hanaoka asesina a su ex marido, que la acosa y extorsiona, y su vecino, el profesor de matemáticas Ishigami, se hace voluntariamente cómplice y se presta a ayudarla. Partiendo de los hechos consumados, el suspense se genera por el acoso policial a la sospechosa y la elaboración de una coartada perfecta por parte del cómplice. En este juego de sospechas, coartadas, y móviles, el  tradicional detective está también auxiliado por su amigo, el profesor  Yukawa.  Entre los personajes  se desarrolla un  duelo intelectual y lógico salpicado de intuiciones y hechos espontáneos, intrascendentes en apariencia, que actúan como factores o variables incontroladas dentro de  una ecuación supuestamente perfecta. La intriga se mantiene  durante toda  la historia que se desarrolla de forma casi lineal y sucesiva en el tiempo, con muy escasos  flash back indispensables para justificar  desde el pasado  las cualidades o emociones actuales de los personajes. La  acción carece por completo de la violencia o detalles escabrosos propios de la novela negra y a pesar de esto genera  una continua tensión hasta el final  que, esta vez sí, es totalmente inesperado para el lector.
          En resumen, se trata de una estupenda novela policiaca que  atrapa en la lectura y sorprende en su desenlace.   

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