miércoles, 1 de octubre de 2014

UNA FORMA DE RESISTENCIA. Luis García Montero

Este es mi primer contacto real con la obra de Luis García Montero (1958). Del poeta granadino sólo conocía sus colaboraciones en prensa, en particular artículos de orientación o crítica política que casi siempre me inspiraron algo de recelo, no por oposición ideológica sino por adolecer en mi opinión de cierto radicalismo que me recuerda olvidadas etapas juveniles de mi propia evolución política, algo no  casual si aclaro que somos casi de la misma edad y coincidimos como estudiantes en Granada durante la misma época, los años 70 a finales del franquismo y comienzos de la transición. Mi opinión ambivalente sobre el autor se ha disipado en sentido positivo tras la lectura de este libro.
         En nuestro escritor, poesía y compromiso político son facetas que resultan inseparables en su quehacer literario. No es un caso aislado sino de ilustres precedentes como Pablo Neruda, Miguel Hernández, Luis Cernuda, y otros muchos que sin duda olvido ahora. En especial, Rafael Alberti parece haber sido su principal inspirador y maestro. En los años 80, García Montero se integró, junto a otros poetas granadinos, en un movimiento conocido como poesía de la experiencia. No procede aquí profundizar en el análisis de esta corriente poética y mi información al respecto, meramente divulgativa, tampoco me lo permite. Por lo que deduzco de sus postulados, se trata de renunciar a la parte más personal y subjetiva del poeta y relacionar sus sentimientos en el contexto histórico que vive. En cierta medida el movimiento parece entroncar con otros anteriores como la poesía social de los años 50.
          Una forma de resistencia (2012) me parece una obra a medio camino entre la prosa poética y el ensayo. De la primera no solo es evidente la ausencia de métrica y rima sino esencialmente el objetivo manifiesto de transmitir sentimientos y emociones personales del poeta, además de un estilo con evidente carga poética y un  lenguaje plagado de  símiles, imágenes metafóricas, paráfrasis, y otras figuras literarias. Del ensayo participa en cuanto aporta una visión totalmente subjetiva en las reflexiones sobre temas de  ética y política, también por el formato de los micro-ensayos que recuerdan por su extensión el artículo periodístico. A riesgo de equivocarme diría que se trata de una colección de estos artículos, publicados o inéditos en prensa. Se puede argumentar en contrario que todos son acordes con unas ideas directrices que se anticipan en el título pero, si nos fijamos bien, esas ideas quedan bien formuladas en el primero y último de los artículos, el resto de ellos  manifiestan una cierta autonomía si los sacamos fuera de contexto, del plan general de la obra.
         En cualquier caso, el poeta nos presenta su particular visión de los objetos que rodean nuestra vida cotidiana como elementos que, de alguna forma, vertebran nuestra personalidad. La memoria es la cuerda que los ata fuertemente a nuestros afectos y sentimientos más íntimos. Las cosas que utilizamos de forma rutinaria son también la expresión más clara de nuestras virtudes y defectos, testigos mudos de dudas y certezas, guardianes fieles de nuestra estabilidad emocional y también de pasadas asignaturas pendientes. En suma, esas cosas forman parte de nuestras raíces sentimentales y nos ayudan a proyectarnos hacia el futuro. Conservarlas junto a nosotros no es coleccionismo estéril sino una defensa de la memoria y una forma de resistencia ante el inexorable paso del tiempo en nuestras vidas.
         Luis García Montero pasa revista, en primera persona, a las cosas que integran o se integraron a su biografía, las trata con mimo, como objetos de evocación o reflexión personal, y nos hace cómplices porque nos aflora similares sentimientos y emociones a los suyos, embellecidos y dignificados por una sensibilidad poética que no se atasca en preciosismos literarios y penetra en nosotros mediante un lenguaje claro y sencillo, acorde con la humildad de objetos como bolígrafos, escobas, o despertadores. A través de los mismos el poeta nos muestra su evolución desde la rebeldía ilusionada de la juventud hasta el escepticismo de la madurez y, entre estos dos polos cronológicos, sus pocas certezas residuales, sus contradicciones, sus manías e ilusiones, los recuerdos nostálgicos de su Granada natal, y también su compromiso, a veces en exceso militante, cuando expone de forma tangencial sus ideas  sobre política, religión, o diversas cuestiones de plena actualidad.
         En resumen, esta colección de ensayos escritos en prosa poética termina por ser una autobiografía intimista del escritor, yo creo que bastante honesta y sincera, que oculta poco, o muy poco, de su personalidad. Un libro de agradable lectura.

         

4 comentarios:

  1. Lo primero que he leído de él, no he leído ninguno de los artículos de los que mencionas. El libro se lee bastante bien y los sentimientos que expresa en ocasiones están compartidos, al menos conmigo.
    ¡Muy buena reseña!

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  2. Poco puedo comentar de este libro, pues ni siquiera tenía noticias de él. He leído la entrada y creo que, efectivamente, los objetos que rodean nuestra vida cotidiana vertebran nuestra personalidad. ¡Miedo me da!, porque soy de esas personas que de vez en cuando, cada vez más a menudo, me deshago sin contemplaciones de multitud de objetos. Soy terrible a la hora de hacer “limpiezas”. Sin embargo, no sé muy bien por qué, hay objetos que se “salvan” una y otra vez y permanecen junto a mí desde tiempos "inmemoriales" y créeme, al menos conscientemente, no les tengo especial apego.

    Saludos y un abrazo.

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  3. Esa mismas que dices son, entre otras, las sensaciones del poeta y de todos los que hemos leído el libro. Lo que pasa es que él lo relata de forma poética y queda muy bien. Un abrazo.

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  4. Ya sabes, don Lope, que no me pierdo ninguna de tus reseñas en este blog. Siempre aprendo mucho de tu visión personal de los libros cuya lectura compartimos y veo que esta vez te ha salido un comentario un poco más subjetivo que otras veces. Gracias por dejarnos leer tus impresiones.

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