Almudena
Grandes es una de mis escritoras favoritas y en este blog he tenido ocasión de
glosar su figura literaria en varias ocasiones a propósito de algunas de sus
novelas. Me gusta su realismo, que ella reconoce inspirado por Galdós,
comprometido con la memoria y con lo social pero nunca frío reflejo de la
realidad sino sensible y emotivo. En cuanto a su reconocida militancia
política, que a veces le juega malas pasadas en sus vehementes declaraciones
públicas, admiro la fidelidad a los ideales sin desaliento frente al paso del
tiempo. No tengo claro si esa lealtad es defecto o virtud, porque dudo si el
escepticismo que impone la madurez es sabiduría de vida o cobarde renuncia a
nuestros principios de juventud. En cualquier caso, se compartan o no sus
opiniones, pienso que su sinceridad y compromiso quedan fuera de duda.
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jueves, 30 de julio de 2020
miércoles, 22 de julio de 2020
SÁTIRAS. Juvenal
La sátira
tiene su origen en la cultura grecolatina. En el mundo griego se pueden
encontrar antecedentes remotos de la misma, pero fueron los escritores romanos
quienes la consolidaron como un subgénero literario típicamente latino. Ennio
(239-169 a.C) fue el primero en entenderla como un poema didáctico que trataba
sobre una miscelánea de temas. Pero fue Lucilio (148-102 a.C) el
auténtico creador de la sátira (satvura) como un poema con clara
intención de crítica social. Horacio (65-8 a.C) y Persio (34-62
d.C) cultivaron y dieron su forma definitiva a esta especialidad literaria. Sin
embargo, la historia de la literatura reconoce a Juvenal como el
satírico latino más famoso, no sólo porque su obra se ha conservado casi
íntegra, también porque supo unificar en un todo coherente los recursos
estilísticos que ya habían aportado los autores antes citados.
viernes, 10 de julio de 2020
EL CORAZÓN CON QUE VIVO. José María Pérez "Peridis"
En los
últimos años hemos visto crecer la polifacética figura de José María Pérez “Peridis” (1941). Se dio a conocer como
humorista gráfico y alcanzó fama mediática gracias a sus tiras diarias de
viñetas en "El País", durante más de treinta años. Después, como arquitecto, conocimos
sus proyectos de rehabilitación monumental con la ayuda de las Escuelas Taller,
y su pasión por el arte románico difundida a través de una serie televisiva.
Por fin, como buen conocedor de la historia medieval castellana, ha escrito
varias novelas históricas que han merecido premios de la crítica. Yo he leído
una de las últimas, La reina sin reino (2018), y me pareció que
unía rigor con amenidad, gracias a un
estilo literario sencillo y un
componente de ficción teñido de
atractiva épica caballeresca que no oculta la veracidad de los
hechos históricos.