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martes, 31 de enero de 2012

CONCIERTO DE ARANJUEZ. Joaquín Rodrigo


El pasado sábado hemos asistido en el  Teatro Infanta Leonor a  un concierto interpretado por la Banda Sinfónica “Ciudad de Jaén”, una agrupación formada por jóvenes músicos, estudiantes, y profesores del  Conservatorio de nuestra capital. El programa estaba integrado por piezas musicales muy variadas pero la obra central  era el Concierto de Aranjuez  de Joaquín Rodrigo, en una adaptación para este tipo de bandas que abundan en instrumentos de viento y percusión pero son deficitarias en los de cuerda, con ausencia de violines. La gran popularidad de la obra  convocó  a mucho público que llenó por completo el aforo. La ejecución fue  muy satisfactoria, a pesar de las limitaciones  mencionadas e impuestas por el desequilibrio instrumental. El solista sobresalió naturalmente en una composición en la que  los solos de  guitarra destacan claramente sobre la orquesta. En cuanto al resto de lo programado, la emotividad de algunas piezas fuertemente inspiradas en la tradición musical andaluza y la brillantez y espectacularidad  de  otras, de autores rusos y americanos, se ganaron el favor del público. La asociación que patrocina la banda  presentó, a modo de inciso o paréntesis en el programa,  una banda infantil de iniciación, en una clara apuesta  por  fomentar la educación musical de la juventud de nuestra provincia. Interpretaron varias piezas cortas que fueron cariñosamente acogidas por el auditorio.
Sobre el Concierto de Aranjuez poco podemos comentar que no se haya dicho ya. Su fama traspasó nuestras fronteras y lo convirtió en la obra musical española más conocida e interpretada en el extranjero. En mi opinión, lo que hace singular esta composición es su enorme potencial evocador de imágenes y  sensaciones. Parece como si  el maestro  Rodrigo,  con esa hipersensibilidad del resto de sentidos tan típica de los ciegos, hubiera captado  las texturas, sonidos, y olores de los famosos jardines y  después de modularlos con sus propias emociones los hubiera  traducido a lenguaje musical. En nosotros  la composición opera de la misma forma, comienza por sugerirnos imágenes y escenas y termina por  provocarnos emociones y sentimientos, siempre subjetivos, en ocasiones cambiantes y evolutivos después de muchas audiciones a lo largo de nuestra vida. A  mí en particular, el primer movimiento (allegro con spirito)  me traslada al pasado, al amanecer de un nuevo día en Aranjuez, al despertar de los pájaros en las alamedas, con los labriegos de camino a los campos y  los servidores de los palacios iniciando sus tareas. El tercer movimiento (allegro gentile) me hace evocar una baile, un minueto barroco con fuerte influencia de las danzas populares, bailado  por los nobles cortesanos borbónicos del XIX, vestidos a la moda goyesca. En cuanto al segundo movimiento, el adagio, sin duda el más popular y conocido,  es el paseo por los jardines, el rumor de la arboleda agitada por la brisa, el sonido de las aguas de sus fuentes y el silencioso fluir de las del Tajo, casi un lago. Antes esta pieza me inspiraba una sensación de romanticismo con un toque de tristeza, como de amores no satisfechos, ahora evoca para mí la nostalgia de la juventud pasada.  Todas estas sensaciones  forman parte de la magia del Concierto de Aranjuez y son, creo yo, el secreto de su éxito. En resumen, una pequeña joya que por sí sola justifica y engrandece a Joaquín Rodrigo y lo coloca entre los grandes de la música clásica.
         

3 comentarios:

  1. Me lo perdíiii!!
    Cuando fui ya no había entradas. Que pena, con las pocas cosas buenas que vienen por Jaén !!
    Un saludo

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  2. Me ha impresionado conocer la descripción de lo que te sugieren los distintos movimientos del Concierto de Aranjuez. Me parece asombroso porque mi reacción ante la música que me mueve y/o conmueve, es decir, la música que me gusta, es mucho más primitiva y elemental. Casi nunca me sugiere imágenes ni escenas. Entra por mis sentidos, llega al cerebro, supongo, y… ya no sé qué pasa pero se transforma en una explosión de emociones y sentimientos que giran casi siempre en torno a mi persona y a mi vida.

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    1. Si, llevas razón, en general la música funciona en nosotros como dices. Pero el concierto de Aranjuez es para mí diferente, no se si porque lo he oído multitud de veces a lo largo de mi vida, o porque se trata de piezas que se utilizan a menudo como ilustración y fondo de documentales, películas etc. El comentario sobre la hipersensibilidad sensorial de Joaquín Rodrigo es sólo una posible explicación.

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