Cuando
pienso en instrumentos solistas me vienen a la memoria los que creo más
frecuentes; violín y piano entre los de cuerda, y flauta, clarinete o trompeta entre los de
viento. Por eso este concierto-recital para bombardino me pareció original y despertó
mi curiosidad desde que me lo anunciaron. No parece un instrumento demasiado popular y debo reconocer que hasta
ahora desconocía incluso su nombre. Creo que mi ignorancia de aficionado está
justificada porque suele estar presente en bandas y orquestas pero casi siempre
como acompañante, con escaso protagonismo sobre el conjunto.
El
bombardino, también llamado eufonio, pertenece al grupo de viento metal, su
registro musical oscila entre tenor y barítono, lo cual significa que la banda
de sonidos, o altura, que es capaz de producir está más próxima a los graves.
Para entendernos, en una escala de seis puntos, que fuera de agudo a grave,
ocuparía entre el cuarto y quinto puesto. El sonido que emite es, en opinión de
los músicos, suave y oscuro, se produce por la vibración de los labios en la
boquilla y se modula mediante tres pistones. En fin, espero que estos pocos
datos -fruto de una apresurada y somera información- sirvan para ilustrar las
cualidades de un instrumento al que nunca supuse un papel destacado.
Adam
Frey es un joven músico georgiano (de Georgia, U.S.A) con un importante
curriculum como intérprete de bombardino. Actualmente está de gira europea
dando conciertos y clases magistrales sobre este instrumento en escuelas de
música y conservatorios. En ese contexto ha ofrecido, en el Conservatorio de
Jaén, el recital inaugural de las Jornadas de Perfeccionamiento Musical 2016
El programa estuvo integrado por piezas musicales y compositores novedosos
para mí. En la primera parte fue acompañado por el pianista Enrique Ocaña.
Comenzó con la versión de una sonata barroca del músico italiano Benedetto
Marcello, en la que se intuía ya la habilidad del intérprete y las
posibilidades del bombardino como solista. La segunda versión fue del Andante y
Allegro de Guy Ropartz, un músico
francés (XIX-XX) adscrito al impresionismo musical e inspirado por Debussy. El
piano tuvo en esta pieza un papel más relevante y el andante recordaba una
marcha fúnebre de corte romántico mientras que el allegro que lo siguió me hizo
evocar algunos pasajes de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak. A continuación el músico nos anunció el estreno de una composición
titulada Images of Armenia, del compositor Jeff Manookian. En ésta, el
bombardino recuperó protagonismo en una mezcla de moderna música norteamericana
con reconocibles aires orientales. La primera parte terminó con una pieza
titulada Brillante de Peter Graham. Adam Frey nos explicó, en tono
humorístico, que el compositor la definía como “una locura para dos
bombardinos” y él la había transformado en “un loco con bombardino”. En efecto era algo alocada, una mezcla heterogénea en la que se reconocían fragmentos de
himnos patrióticos ingleses, el Rule Britannia entre ellos, y variaciones sobre
los mismos, con partes que parecían improvisaciones de jazz, y otras con
resonancias de bolero y tango. En fin una excusa musical perfecta para mostrar
el virtuosismo del músico.
En la
segunda parte del programa estuvo acompañado por una banda de metal, la Xauen
Brass Band. Se interpretó la Fantasía Originale de Piacchi, una composición muy
brillante y colorista en la que se alternaban ritmos de baile, valses y polkas,
con otros sugerentes de marchas militares al más puro estilo
austro-húngaro. En el bis, el
norteamericano terminó de ganarse al público cuando interpretó una corta composición propia muy original porque
consiguió, mediante una sucesión de sonidos cortos y discontinuos, producir la
sensación de voz humana entonando temas de rock y música pop.
En
fin, un concierto que me ha permitido descubrir las posibilidades de
un instrumento en el que nunca antes había reparado. Y no quiero terminar sin
lamentar, una vez más, la escasa asistencia de público. Quizás sea un
aficionado ingenuo, pero pienso que el carácter docente del Conservatorio
debería asegurar una ocupación total de su Paraninfo en este tipo de
conciertos.
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