La ópera,
como género de música teatral, es un espectáculo que reúne escenificación dramática,
música instrumental y vocal, y en ocasiones coreografías y ballet como
elementos adicionales. La necesaria armonización de todos ellos es compleja y requiere el despliegue de considerables recursos; orquesta, cantantes solistas, agrupaciones corales,
además de ambientación escenográfica y vestuario. Por eso fue en sus comienzos,
y en menor medida lo sigue siendo, un espectáculo destinado a las élites
sociales y económicas. Los aficionados
tenemos siempre en mente los grandes templos de la ópera en los que quizás
nunca, o rara vez, hemos estado; la Ópera de París, Scala de
Milán o Liceu de Barcelona, entre otros. Pero en nuestra ciudad, la posibilidad
de asistir a una representación operística queda limitada a contadas ocasiones
al año, a cargo de compañías itinerantes de ámbito nacional, y con el necesario mecenazgo
de las instituciones que permita aliviar la carestía de este producto cultural
y divulgarlo entre las clases medias.
Por
todo lo dicho me sorprendió la valentía de un grupo de cantantes, profesionales
y amateur, al enfrentar la
representación de la ópera Tosca en Jaén. Me refiero al Coro del
Taller de Canto Clásico de la
Universidad Popular liderado por el tenor jiennense Miguel Ángel Ruiz.
Esta agrupación ha venido desarrollando con éxito una intensa actividad coral
en los últimos meses y ampliando su repertorio con obras tan exigentes y
complejas como el Requiem de Mozart; pero el montaje de esta
ópera, una de las más conocidas del repertorio internacional, me pareció un
reto excesivamente ambicioso y me hizo dudar del resultado. Ahora, tras
asistir a la representación del pasado domingo 5 de junio, en el Teatro
Infanta Leonor, me alegra comprobar que, a pesar de las limitaciones y
dificultades imaginables, el desafío ha sido superado ampliamente gracias a la
tenacidad de los músicos y cantantes que en esta ocasión integraban el
elenco.
Tosca (1900) de Giacomo Puccini es una ópera en tres actos con libreto en
italiano de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. Como otras de su autor, es
de estilo verista que se caracteriza por la intensidad dramática y la
ambientación realista en épocas históricas muy cercanas a la de composición.
Desde el punto de vista instrumental, el discurso musical es prácticamente
continuo, y en la parte cantada abundante en recitativos dialogados y
muy escasa en arias o solos de los cantantes, que en este caso se
reducen prácticamente a dos, una correspondiente a la soprano y otra al tenor,
esta última una de las más bellas y conocidas del repertorio. No es ocasión
para detallar la trama argumental, sólo diré que mezcla sabiamente amor y celos
con intriga política en el ambiente de la lucha entre liberales y absolutistas
católicos, en Roma a principios del XIX. Los protagonistas principales son los
amantes, Floria Tosca (soprano) y Mario Caravadossi (tenor),
secundados por el malvado Barón Scarpia (barítono).
En
nuestra representación, la música fue brillantemente interpretada por DJaén Opera, una orquesta formada ex profeso para esta ocasión e integrada por músicos profesionales y alumnos de los Conservatorios provinciales, dirigida por Rafael de Torres. El Coro se lució en uno de los momentos culminantes de
la obra, el solemne Te Deum final del I acto, en el que era protagonista
principal. Sin embargo, en otra actuación, no recuerdo si final del segundo
acto o principio del tercero, su papel era claramente secundario y de fondo,
pero en un exceso de entusiasta intensidad ahogaron un tanto los recitativos
de los solistas, algo que también se repitió en algunos pasajes con la
orquesta. La soprano, Ana Paz Torrecillas, muy bien en su
tesitura, con timbre brillante y algo menos de volumen. Buena actuación del barítono,
Ángel Lombardo, que desplegó la mayor capacidad histriónica que su papel
requería. En cuanto al tenor, Miguel Ángel Ruiz, se impuso en todo
momento a orquesta y coros, y nos emocionó cuando interpretó el aria más famosa
del III acto, E lucevant le stelle, que comienza en tono poético y
melancólico y termina en desgarradores y desolados gritos, en otra de las escenas culminantes de la ópera, junto al dramático final. En cuanto a la
escenografía fue austera y ajustada a la necesaria economía de medios en un
espectáculo que se ofrecía a precios muy populares; en cualquier caso digna.
Sin insistir en nombres, quiero agradecer finalmente este tipo de iniciativas que tienen la clara voluntad de divulgar la ópera en nuestra ciudad. Creo que esta representación ha sido un éxito que el público asistente supo reconocer. Para muchos de mis amigos y conocidos ha sido su primer contacto con este género musical, y todos me comentaron haber quedado impresionados. ¡Así se hace afición¡
Sin insistir en nombres, quiero agradecer finalmente este tipo de iniciativas que tienen la clara voluntad de divulgar la ópera en nuestra ciudad. Creo que esta representación ha sido un éxito que el público asistente supo reconocer. Para muchos de mis amigos y conocidos ha sido su primer contacto con este género musical, y todos me comentaron haber quedado impresionados. ¡Así se hace afición¡
¡Me alegro que te gustara Lope!
ResponderEliminarNo pude asistir por estar recien operada de cataratas.
¡Otra vez será, si se repite la ocasión!
Gracias Marina. Espero que te recuperes pronto. Un abrazo
ResponderEliminarSolo comentarte un pequeño "error" dentro de tu magnífico comentario-análisis de la obra. La orquesta de la representación de Tosca no fue la joven orquesta de Granada, sino la orquesta "Djaén Ópera", creada para este evento, con músicos profesionales de los conservatorios de la provincia de Jaén y alumnos avanzados del conservatorio superior. El director musical, Rafael de Torres, también de Jaén, dirige en la actualidad la joven orquesta sinfónica de Granada (de ahí tu confusión). Quería destacarlo porque los músicos han hecho un esfuerzo enorme en este trabajo, con gran ilusión y muy pocos recursos. Creo que es digno tener en cuenta que tanto los coros como los solistas, músicos y director musical son jienenses (o viven en Jaén). Pienso que la iniciativa y la interpretación ha merecido la pena a pesar del gran esfuerzo y los mínimos recursos. Jaén lo ha reconocido y pienso que se ha cumplido el objetivo de incentivar y fomentar la ópera en Jaén. Muchas gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarGracias por tu aclaración Anunciación. Mi error lo disculpo en base a lo que has comentado y a que no vi reflejado el nombre de la orquesta en los créditos del folleto. Lo subsanaré hoy mismo. Me alegro que te guste el comentario. Soy un simple aficionado, pero sé apreciar el esfuerzo que supone este tipo de iniciativas. Me alegro que sean jiennenses quienes las lleven a cabo. Un abrazo.
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