Se trata de la novela póstuma de un escritor de fama póstuma. Roberto Bolaño (1953-2003) fue un poeta y novelista chileno educado literariamente en el exilio, primero en México y después en España, concretamente en Cataluña. Muerto prematuramente, fue uno de los representantes del “infrarrealismo”, un movimiento de vanguardia literaria muy crítica con la anterior generación de autores latinoamericanos consagrados oficialmente, los representantes del llamado “realismo fantástico”. Escritor controvertido, rebelde e hipercrítico, alcanzó el éxito tras su muerte, de forma paradójica en el mercado norteamericano cuando su obra fue traducida al inglés, y actualmente es uno de los autores de moda.
“El Tercer Reich” es una de esas obras difíciles de comentar porque la tentación de ser demasiado descriptivo puede arruinar la novela a futuros posibles lectores, algo que sería imperdonable porque se trata de una narración que mantiene un interés “in crescendo” hasta su desenlace.
El relato resalta lo inquietante que puede ser la realidad, lo aparentemente cotidiano y rutinario cuando se impregna de un halo de misterio. Nada más rutinario y apacible que unas vacaciones de verano en la Costa Brava que el protagonista, un joven experto en “wargames”, nos cuenta escribiendo un diario. Pronto se verá rodeado de personajes, misteriosos unos, inquietantes e incluso siniestros otros. Todo contribuye a enrarecer el ambiente que se torna obsesivo y mantiene en el lector una sensación de peligro indefinido que puede avocar a un desenlace fatal en cualquier momento.
En su conjunto creo que el relato explora lo imprecisa y borrosa que puede llegar a ser la frontera entre realidad y fantasía. En mi opinión es una obra interesante con bastantes aspectos originales en su desarrollo argumental.
Por cierto, el diseño de la cubierta del libro simboliza a la perfección mucho de lo que se ha comentado. La imagen de serenidad y normalidad representada por la bañista tomando el sol atravesada por la sombra que provoca la inquietud por lo desconocido, por una realidad revelada a medias.
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