domingo, 4 de diciembre de 2011

LO QUE ESCONDE TU NOMBRE. Clara Sánchez


             “Lo que esconde tu nombre” es un buen ejemplo de thriller psicológico en el que la intriga y el suspense no están ligados a  una gran intensidad de la acción o los efectos impactantes sino más bien  a la inquietud  que se genera en el lector ante lo oculto y misterioso disfrazado de una apariencia de normalidad. El trasfondo argumental es de por sí inquietante, aunque basado en lo  real y de sobra conocido; la impunidad de antiguos jefes nazis refugiados en distintos países, entre ellos  España, donde vivieron muchos años sin ser molestados bajo la apariencia de una  total normalidad.  El desarrollo de la trama da pie a la escritora Clara Sánchez para reflexionar sobre las atrocidades del nazismo, la memoria histórica, el sentimiento de responsabilidad o su ausencia en muchos de los verdugos, la justa necesidad  de expiar  la culpa, la  sed de venganza y la autocompasión de las víctimas.
          La estructura del relato está soportada en dos personajes que  son ambos narradores en primera persona. Julián es un octogenario  republicano superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, antiguo colaborador de una organización que persigue a los nazis ocultos, que acude a un pueblo de la costa alicantina siguiendo a una pareja de ancianos noruegos  apaciblemente retirados en una urbanización de lujo, que son en realidad dos antiguos nazis. Sandra es una joven embarazada, solitaria, con pocos medios económicos, que no sabe bien  a dónde dirigir su vida, retirada una temporada en el mismo pueblo y que traba amistad con la pareja de noruegos y se ofrece a  prestarles cuidados y hacer de acompañante  por un sueldo. Este es el nexo de unión de los dos personajes principales que entran a su vez en contacto. Sus relatos se yuxtaponen y alternan  permitiendo de esta forma contraponer dos visiones  distintas de los hechos  basada en la distancia generacional; la experiencia  de la maldad  en uno, frente a la ingenuidad y el distanciamiento de quién ni vivió ni guarda memoria de lo ocurrido. A medida que Julián pone  a Sandra en contacto con la cruda realidad del pasado se produce en ella un cambio gradual, desde la incredulidad y la duda hasta la madurez y una asunción de responsabilidad que la pone en situación de peligro.  A partir de un cierto momento se entra en un juego de sospechas y de apariencias engañosas en el que los personajes  son a la vez perseguidores y perseguidos. La tensión y la intriga se dosifican sabiamente para mantener el suspense durante toda la novela.
          En algunos momentos se aprecian en el argumento influencias cinematográficas, en particular de las películas  “Encadenados” de Hitchcok  y “La semilla del diablo” de Polanski, lo cual no es de extrañar si consideramos que la autora fue  durante un tiempo crítica de cine.  El estilo de la narración es sencillo y directo, sin veladas insinuaciones la trama se va revelando progresivamente. El lenguaje es funcional y correcto  aunque con algunas imperfecciones evidentes para un lector medio. La novela consigue atrapar la atención aunque es cierto que ha recibido críticas por el desenlace de la trama que algunos consideran  algo frustrante  y poco expeditivo. Hubieran preferido quizás un final de justicia ejecutiva o venganza plenamente satisfecha. Yo disiento de esta opinión porque hay que considerar que tanto verdugos como víctima se encuentran, por la edad, a un paso de la muerte  que en alguna  medida supone una liberación.  La forma de venganza del protagonista es más sutil, pretende mantenerse con vida el tiempo suficiente para  desequilibrar por el miedo y la sospecha  las mentes criminales de sus verdugos  al tiempo que  obliga a enfrentarse con su pasado a aquellos que aparentemente carecen de sentimiento de culpa.
          Se ha dicho  que Clara Sánchez  ha recibido  cartas amenazantes por esta novela. No ignoro que este hecho se hace público con claras intenciones de marketing y que puede aumentar un éxito de ventas. No obstante he podido leer bastantes críticas negativas en  Internet, algunas claramente ideológicas, otras criticando el estilo literario o los déficit de la trama argumental con tal radicalidad que hacen sospechar otras razones menos claras.  Esto me lleva a una pregunta: ¿qué tiene la memoria que ofende tanto, no solo a los protagonistas  de la historia, casi desaparecidos, sino a sus descendientes biológicos o ideológicos?. Está claro que es una pregunta retórica que no necesita contestación.
          Para resumir, una novela con algunos defectos formales pero interesante y que atrapa en la lectura.   

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