Los escritos conservados de la antigüedad grecolatina que son las fuentes de nuestra cultura occidental, estuvieron según épocas al filo de la desaparición. Al incendio de la gran biblioteca de Alejandría sucedió el saqueo de ésta y la de Pérgamo. Sobrevivieron a las invasiones bárbaras y se adulteraron mediante unas interpolaciones añadidas en los manuscritos originales. La recepción medieval de los textos estuvo mediatizada por los ortodoxos bizantinos, los monasterios católicos y los árabes, y fueron filtrados y expurgados de todo lo que no convenía a dogmas religiosos o principios morales. En este proceso casi se perdieron filósofos tan importantes como Epicuro. Algunas obras y escritores los conocemos por referencias de títulos y nombres en los libros de otros. Se perdieron escritos de valor y se encontraron otros de manera fortuita, como De rerum natura de Lucrecio, y en cambio se conservaron algunos de menor importancia. El escritor que voy a comentar puede ilustrar algo de lo dicho.
Sexto Julio Frontino (40-103) fue un político del imperio romano que desarrolló el cursus honorum desde los Flavios a los Antoninos, entre los reinados de Vespasiano y Trajano. Fue procónsul o gobernador de las provincias de Britania, Germania Inferior y Asia, dirigiendo en las dos primeras exitosas campañas militares contra tribus hostiles. De vuelta a Roma fue nombrado curator aquarum, encargado del mantenimiento del sistema de abastecimiento y distribución de agua en la ciudad. Durante el desempeño del puesto escribió De aquaeductu urbis Romae, un exhaustivo informe al emperador sobre la red de acueductos y depuración de aguas residuales. Esta obra se ha conservado completa y es tan precisa que aún sirve de orientación a estudiosos y técnicos, pero su valor literario es muy escaso. En cuanto a su experiencia bélica como procónsul en Britania, Frontino escribió un gran tratado teórico sobre la ciencia militar que se ha perdido en su totalidad. Por contraste se ha conservado una obra menor, escrita quizás como epílogo del anterior con ejemplos prácticos.
Estrategemata es
un término griego que se traduce como estratagemas. Se trata de una colección
de tretas utilizadas en la táctica militar por griegos y romanos. El texto tuvo
cierto éxito en el mundo medieval y se conservan manuscritos traducidos al catalán, aragonés y castellano. De los cuatro libros que integran la obra, se
sabe que el cuarto fue un añadido posterior. Tampoco se libró de las consabidas
interpolaciones durante el periodo de su recepción medieval.
Como he dicho, el texto está dividido en
libros con un título general. Éstos a su vez se subdividen en capítulos, y cada
uno de ellos contienen uno o varios ejemplos de trucos empleados por militares
históricos. A continuación de cada uno de éstos últimos, el traductor y
adaptador, Ignacio Nachimowicz, ofrece como nota aclaratoria, una
referencia a las fuentes literarias, citando al escritor griego o latino y el
párrafo donde se relata el hecho histórico.
En
un inciso, quiero hacer notar que la estructura de la obra es relativamente
compleja para un lector aficionado actual, mientras que para un romano
contemporáneo pudo ser un texto liviano, menor, casi una obra divulgativa de
evasión. En fin, veinte siglos de historia y cultura nos separan.
Añadiré
un resumen parcial del contenido para dar una idea de las estratagemas que se
contemplan: Cómo adivinar los planes del enemigo y ocultar los propios,
mediante espías y falsos desertores; Cómo ocultar la cantidad de efectivos del
ejército propio, o aumentar mediante trucos un número reducido de soldados
durante los campamentos nocturnos; Cómo sofocar motines o arengar a la tropa; Cómo destacar, antes de
la batalla, los augurios favorables y ocultar los adversos; Sobre la elección
del terreno, disposición de la tropa y el momento de la batalla; Sobre las
retiradas organizadas para evitar el pánico entre los soldados, o cómo provocar
espanto en el enemigo; Sobre cómo reponer las pérdidas y disimular reveses;
Sobre dejar escapar al enemigo acorralado para evitar que luche
desesperadamente.
Cuando terminamos la lectura sacamos algunas conclusiones: Las innovaciones en estrategia y táctica convirtieron al ejército romano en una casi perfecta máquina militar, auténtico motor de la expansión del imperio. La astucia y genialidad de muchos estrategos griegos y legados romano. El carácter supersticioso de las tropas, pero también su estricta disciplina y cumplimiento de las órdenes
Para concluir, las Estratagemas de Frontino son una interesante curiosidad histórica milagrosamente transmitida a nuestra época. Pero solo útil para estudiosos académicos o para aficionados muy adictos.
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