jueves, 12 de febrero de 2015

DOCE RELATOS EN PUNTO. Luis Miguel Sánchez Tostado

Con el tiempo he llegado a valorar el cuento  o relato breve  como mi preferido dentro del amplio género literario de la narrativa. Creo que  es precisamente la brevedad de su formato lo que condiciona su grandeza y también su aparente dificultad. Nada menos que elaborar en pocas páginas una historia coherente que resulte atractiva, limitando al máximo los diálogos y elementos descriptivos en una única línea argumental que debe ser leída sin interrupción si no queremos perder el efecto narrativo, hasta llegar a un desenlace, a menudo inesperado. Sin interrupción cada relato, porque en cuanto a las antologías o recopilaciones de éstos, mi consejo es no leer de un tirón todo el volumen sino distanciarlos en el tiempo para apreciar mejor las  historias. Algo así como  degustar esos pequeños dulces y confituras disfrutando plenamente de su sabor y textura evitando atiborrarnos para no perder los matices de cada uno por separado.
         He leído muchas antologías de cuentos, en mi juventud los realistas de Chejov y otros clásicos rusos, mas tarde las Ficciones de Borges, los de aventuras de Jack London y  Joseph Conrad, los de terror de E.A. Poe y Lovecraft, los surrealistas de Boris Vian, por citar unos pocos. Quizás los autores que más me impresionaron fueron Marcel Schwob por su fantasía y simbolismo, y Marguerite Yourcenar por la elegancia y sensibilidad. Ahora toca comentar esta colección; algo bastante difícil  en el caso de los cuentos  porque hasta una breve sinopsis argumental de los mismos puede desvelar el desenlace y arruinar la lectura.
         Descubrí no hace mucho a este escritor jiennense en la presentación de su libro, introducido con gracia por el prologuista Jesús Tíscar Jandra, otro escritor y actor de nuestra tierra, y amenizada por  la lectura teatralizada del primero de sus relatos a modo de aperitivo. Luis Miguel Sánchez Tostado (1962), historiador y criminólogo, ha sido ya reconocido y premiado por muchos de sus ensayos históricos sobre la guerra civil española y la dictadura franquista. Admitió ser esta su primera incursión en el ámbito de la narrativa breve, y yo añadiría que bastante brillante y prometedora.
         Doce relatos en punto (2014) recoge, fiel a su cronométrico título, ese mismo número de cuentos, algunos de ellos premiados en diversos certámenes. Su temática es  variada. Unos, como La misiva del rey Ni miento ni me arrepiento, son de ambiente histórico, localizados en nuestra tierra y en el siglo XV, una época de transición entre el Medievo y la Edad Moderna que parece interesar al escritor. Otros como El refugio recrean  nuestro pasado reciente, el terror de nuestra guerra civil, en claro homenaje a la necesidad de memoria histórica. En Ojos de luciérnagaRentabilidad inmediata se abordan problemas políticos y sociales, la injusta situación de los saharauis y el fracaso y la miseria de los marginados por la crisis económica. Algunos como El oso de gominola indaga en la psicología infantil y la noción de pecado, y El pétalo de Muley evoca un pasado de leyenda y fantasmales apariciones. Proselitismo íntimo desborda en humor, y estoy de acuerdo con el prologuista, el que más me gusta es  El tema dieciséis.
         Todos los relatos tienen una importante carga emotiva. El misterio y la falsa apariencia son los instrumentos que el  escritor utiliza para conducirnos hasta la resolución inesperada. En resumen, como destacamos al principio, los ingredientes necesarios para fraguar una buena historia. El estilo es elegante y algo barroco en la utilización de adjetivos sin resultar por eso recargado o agobiante. En ocasiones los cuentos se prestan a varios niveles de lectura desde lo elemental de la narración hasta interpretaciones más profundas y elaboradas, sin perder claridad y ser accesibles a todo tipo de lector.
         En fin una buena colección  de cuentos que me interesó tanto que, en contra de lo recomendado antes, tuve que leer sin pausas, de la primera a la última de las historias.


2 comentarios:

  1. Parece un libro interesante. Yo también valoro cada vez más el cuento como género narrativo.

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    1. Es verdad. Tengo la impresión de que la evolución en nuestro gustos literarios, musicales, o artísticos en general, son una forma de ascenso personal en nuestra experiencia y conocimiento de la materia

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