domingo, 31 de octubre de 2021

OTELO. William Shakespeare


 

    Sería pretencioso por mi parte intentar hacer un buen comentario sobre esta obra de arte de la literatura universal sin caer en tópicos o redundar en aspectos mil veces tratados ya por los especialistas en William Shakespeare (1564-1616). El genial dramaturgo inglés fue un gran maestro en cuanto a representar sobre el escenario las grandes pasiones humanas. Y esta tragedia, junto a Hamlet (1601) y Mcbeth (1606), es paradigmática en ese sentido. En Otelo, son los celos infundados los que conduce al protagonista, y a su amada Desdémona, hacia el trágico final que todos conocemos, moralmente negativo y muy sensible para nuestra mentalidad actual, con el problema de la violencia de género como una de las lacras sociales de nuestro tiempo. Por eso, y quizás esté de sobra mencionarlo, debemos trasladarnos al pasado y no aplicar de forma radical nuestros valores al enjuiciar la lectura o representación de este clásico. La moral evoluciona con el tiempo y los cambios culturales, y conceptos como honor o dignidad han cambiado tanto en su contenido ético que no servirían ahora como atenuante de un delito que en otro tiempo no era considerado como tal.

    El título original de la obra es: La tragedia de Otelo, el moro de Venecia (1604). Curiosamente Shakespeare no alude negativamente a la etnia del protagonista y evita cuestionar su religión islámica. Algo poco habitual en la Inglaterra del siglo XVI, que consideraba villanos a los moros y gente de piel oscura.

    En la tragedia destaca la retórica que el dramaturgo inglés pone en boca de sus personajes, que son muchos, y entre ellos destaca el perverso Yago, el alférez de Otelo, que sabe urdir toda una trama de engaños y malentendidos para conseguir finalmente la perdición de su jefe.

    Quiero hacer también un comentario favorable a la edición de esta obra por parte de la editorial Cátedra. Es un claro ejemplo de cómo se puede publicar un clásico en colección de bolsillo sin perder por ello un ápice de calidad. La traducción y las notas son irreprochables y la introducción y análisis de la obra hecha por auténticos especialistas. El volumen forma parte de la colección “Letras Universales” de la mencionada editorial. La calidad de los libros que la integran es la tónica general de la misma y el precio bastante asequible. Una buena forma de conocer a los clásicos.

         

 

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