lunes, 22 de noviembre de 2021

MEMORIAS DE AGRIPINA. Pierre Grimal

        Si consideramos el tema de esta novela, resulta inevitable la comparación con otra que la precedió en muchos años, me refiero a Yo Claudio (1935) de Robert Graves. Ambas ficciones históricas revisan un periodo concreto del imperio romano, la dinastía Julio-Claudia, y se inspiran en las mismas fuentes. No obstante, la cualificación literaria de los autores es bien diferente. Ambos eruditos y latinistas, pero en el escritor británico predomina la faceta narrativa y se le puede considerar como uno de los creadores del moderno subgénero de la novela histórica, aunque escribió también algunos ensayos. En cambio el francés Pierre Grimal (1912-1996), fue un   historiador especializado en la Antigua Roma, produjo una abundante cantidad de estudios y ensayos sobre este periodo y al final de su  vida decidió publicar dos ficciones históricas noveladas, una de ellas la que hoy nos ocupa. Esta diferente trayectoria importa porque imprime distintos sesgos en sus relatos, más literario en Graves y preferente en lo divulgativo en el caso de Grimal.

        Memorias de Agripina (1992) gira en torno a la protagonista, Agripina la Menor, que nos cuenta su vida en primera persona. Una figura central en la dinastía Julio Claudia hija del malogrado Germánico, hermana de Calígula, sobrina y esposa del emperador Claudio y madre de Nerón. Una mujer ambiciosa e intrigante, fiel seguidora de ese principio político formulado siglos después por Maquiavelo: el fin justifica los medios.

        Los principales hechos del relato están inspirados en Tácito (Anales) y Suetonio (Vida de los doce Césares) con bastante fidelidad a las fuentes y poco margen a la ficción. Lo que me parece más interesante de la historia es la descripción de costumbres y diversos aspectos de la sociedad romana. Entre ellos citaré el carácter supersticioso del pueblo, el gusto por el ritual y las fórmulas en derecho y religión, y también las corrientes filosóficas de la época, estoicismo y epicureísmo.

    En resumen, un libro sin grandes aspiraciones en lo literario.  Muy recomendable para quien quiera conocer la historia sin recurrir a las fuentes. Una forma amena y divulgativa de iniciarse en la misma.

         

          

 

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