Desde siempre he sentido cierto recelo hacia los best seller porque entiendo que calidad literaria y éxito de ventas no van siempre de la mano. Antes de decidirme a leerlos acostumbro a esperar varios años y durante ese tiempo valoro las críticas y las opiniones de otros lectores sin que ello suponga objetividad por mi parte ya que mi decisión final suele ser fruto de un impulso más que del análisis.
Así ha ocurrido con “El último Catón” un absoluto éxito editorial desde que fue publicada en 2001. Matilde Asensi es una buena escritora de novela histórica y de aventura. Ésta pertenece a un género que podíamos llamar de “suspense esotérico” que llegó a su máxima popularidad en 2003 con otro gran best seller, “El código da Vinci” de Dan Brown, y que desde entonces ha propiciado la aparición de muchas novelas de este tipo, no todas buenas y muchas incluso lamentables, amparadas en la adhesión del público hacia esta literatura mezcla de misterio, fantasía, y divulgación.
Ciertamente el esoterismo es un auténtico filón para este tipo de literatura. Todo un conjunto de cultos iniciáticos, filosofías mistéricas, antiguas sectas heréticas, órdenes militares con rituales sincréticos, organizaciones esotéricas elitistas, textos sagrados apócrifos rechazados por la religión oficial y un largo etcétera. Toda esta tradición mistérica se manifestó a lo largo de la historia mediante una exuberante simbología, fruto de la ilegalidad, la persecución, o el elitismo de los iniciados, y en todo caso confusa por cuanto se presta a múltiples interpretaciones. En fin, las ciencias esotéricas son de difícil estudio histórico pero muy aptas para estimular la fantasía del lector.
El esquema de estas novelas suele ser muy parecido. Pueden comenzar con un suceso de tipo policíaco rodeado de misterio pero también de símbolos. Los protagonistas, muy cultos y con trabajos relacionados con el arte, emprenden una investigación deductiva basada en estos símbolos que a veces los lleva a soportar pruebas peligrosas y a profundizar en sucesivos misterios encadenados. Algo parecido a un camino iniciático en el que aparece velada y semioculta la presencia de una supuesta secta esóterica que pretende ser la guarda y defensora de un importante secreto que debe ser desvelado.
Aunque el lector espera impaciente el desenlace, la trama se hace a veces tan complicada que se necesita un final rápido que corte y explique de lleno la maraña argumental; algo parecido al “deus ex machina” de las antiguas tragedias latinas. Con frecuencia este final desilusiona un poco a veces por ingenuo, otras por excesivamente fantástico, y suele dejar algunos puntos oscuros si se pretenden explicar todos los misterios argumentales. Cuando se produce el desenlace el lector comprende que en realidad es lo que menos importa. Lo interesante es en suma el proceso de búsqueda, rico en simbología y fantasía, es el camino y no la meta.
Para terminar, debo de aclarar que después de “El código da Vinci” he leído unas cuantas novelas de este género, casi todas bastante malas, a veces rozando lo ofensivo para la inteligencia de un lector medio. Por comparación esta de Matilde Asensi me parece buena, bien construida y en muchos aspectos superior a la más popular de Dan Brown. Se lee con facilidad e interés.
Muy buen comentario, me ha gustado mucho. Yo pertenezco al genero de lectores que muchas veces nos han entrado picores con la idea de leer un best-seller, sin embargo no me queda mas que reconocer que crecí literariamente con este tipo de novelas. "El código da Vinci" me pareció un libro con una buena idea muy mal desarrollada, con un escritor muy poco rodado, unos personajes sin ningún tipo de atractivo y un final decepcionante ( ya que reduce toda una trama hyper-intrigante, en una simple movida familiar) solo superado en "Angeles y Demonios" (Dan Brown se rió de mí con el final).
ResponderEliminarDe este tipo de libros si se me permite el atrevimiento elegiría como bien has mostrado "El ultimo Catón", "El club Dumas", y la trilogía Katherine Neville : "El ocho","El circulo mágico" y " El Fuego" (Este último el mas flojo).
Un saludo. :D
Llevas razón en tu crítica a El código da Vinci". Es curiosa la la afición de los autores "esotéricos" de incluir a la Iglesia en la trama argumental. Y es que la historia de esta institución es antigua y con muchos puntos oscuros, muy adecuada para una novela de misterio.
ResponderEliminarEn cuanto a la lista del final, además de los ya comentados, he leido " El club Dumas" y tengo interés por leer "El ocho".
Saludos. Lope de Sosa