Siguiendo el hilo de la anterior entrada, quiero señalar al cuento como otra refrescante opción de lectura veraniega. Y eso en razón a su carácter de relato breve que permite la lectura discontinua cuando se reúne en colecciones o antologías, así como aislados en prensa. Pero sería un error valorar a este subgénero narrativo como literatura de evasión, exceptuando quizás el cuento infantil, o juvenil. Muy al contrario, la concisión narrativa supone una implicación del lector a la hora de intuir elipsis literarias y encontrar ideas trascendentes entre lo alegórico o aparentemente anecdótico.