Inmersos y educados como estamos en la órbita del mundo occidental nos resulta difícil percibir la esencia de otras culturas, en concreto de las orientales. Fui consciente de ello cuando inicié hace años la lectura de los Versos satánicos de Salman Rushdie y tuve que abandonarla por la casi total incomprensión de un texto que aludía de continuo a dioses, mitos y costumbres de la sociedad hindú y musulmana que ignoraba de manera absoluta.