Paul
Veyne (1930) es un prestigioso historiador y arqueólogo francés especialista
en historia de Roma. En sus ensayos históricos enfoca el mundo grecolatino
desde un punto de vista antropológico, más interesado en los usos y costumbres,
la literatura o la filosofía, que en los postulados del positivismo histórico.
Se aleja pues de la rigidez científica y el simple análisis de causas y
consecuencias, de la historia aristocrática o de los grandes sucesos históricos
para insistir en los aspectos sociológicos de la civilización romana.
Sexo y poder en Roma (2005)
puede ser entendido en su globalidad, y atendiendo a su temática, como un
ensayo. Se trata en realidad de un conjunto de artículos periodísticos y
entrevistas de prensa. En ellos se aproxima a diversos temas: La ausencia del
concepto de Estado romano, incluso en el Imperio, frente al de ciudadanía. La
corrupción institucionalizada de la clase política (nihil novum sub sole). Los
aspectos éticos y jurídicos del suicidio. Los juegos gladiatorios. El
matrimonio, la sexualidad. Y temas que siguen siendo polémicos hoy en día como
el aborto o la homosexualidad, entre otros.
La
exposición de dichos temas es muy divulgativa, con casi total ausencia de citas
marginales y lenguaje claro sin abuso de latinismos. Algunas de sus opiniones
son discutibles, como el rechazar las múltiples causas de la caída del Imperio
(ascenso del cristianismo, crisis económica y militar, etc) para atribuirla en
exclusiva a las invasiones bárbaras. En ocasiones el escritor adopta un papel
desmitificador de estereotipos históricos previos, como en el caso del derecho
romano, entendido popularmente como un corpus jurídico completo, cuando
no era sino un abigarrado conjunto de jurisprudencia. Sí admite que las
fórmulas legales, lo que hoy conocemos como derecho procesal, fue el mayor
legado a la posteridad. Otro aspecto interesante es el análisis de la
religiosidad romana. La considera más tolerante, libre y abierta que las
religiones monoteístas aunque menos profunda en el sentido ético y espiritual.
Paul Veynes no suele contrastar
sus opiniones históricas con las fuentes, pero su profundo conocimiento de los
temas que trata las hace verosímiles aunque en ocasiones nos parezca algo
superficial.
En resumen, una obra amena y
divulgativa que puede ser atractiva para lectores no acostumbrados a la
historia. Muy recomendable.
Una nota a modo de curiosidad. La
portada muestra un fresco pompeyano en el que aparecen Marte y Venus. Aquél mira
al infinito o al Olimpo como buscando la aquiescencia de Júpiter en sus amores
adúlteros con la diosa, mientras tanto va a lo suyo. En cambio, Venus parece
mirar al espectador. No se miran, están concentrados en sus respectivas
sensaciones eróticas. Un sexo que parece desprovisto de amor. En fin, es una
interpretación personal.
Parece interesante. Al leer tu reseña me ha venido a la mente "Memorias de Adriano" de Marguerite de Yourcenar, que me encantó.
ResponderEliminarSí, aquella era una estupenda novela histórica que se aproximaba con bastante verosimilitud a la biografía del emperador hispano. El segundo mas valorado por los historiadores de Roma. Además el estilo elegante de la Yourcenar me encanta. Es mi favorita entre las escritoras y he leído casi toda su obra. Me falta "Alexis o el tratado del inútil combate". Me gusta porque su sensibilidad es claramente femenina, pero sus razonamientos y sus reflexiones son muy parecidas al modo de pensar masculino. Siempre digo, exagerando, que me parece la más masculina de las escritoras. Es desde luego una opinión discutible.
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